Once horas de tren y por fin en Jaisalmer. Conseguimos habitacion (Fort View Hotel) con vistas al imponente fuerte de la ciudad, agno 1151, que corona la colina de Trikuta y cuenta con 99 almenas erigidas alrededor de su circunfernecia. El 25% de la poblacion del casco antiguo vive en su recinto amurallado. Por desgracia, el crecimiento inconctrolado del turismo y la indiferencia gubernamental, ponen en peligro la conservacion de la fortaleza que se encuentra en la lista World Monuments Watch de las 100 construcciones mas amenazadas del planeta, en grave peligro de desaparicion. El principal problema del fuerte es la presion sobre el sistema de alcantarillado de la ciudad, 120 litros de agua por persona circulan por sus desagues, 12 veces mas de su capacidad habitual. Otro problema es la construccion indiscriminada: los habitantes del fuerte estan destruyendo su medio de vida. (Lonely Planet). Por este motivo y siguiendo los consejos de la guia decidimos no alojarnos en el interior del fuerte para no contribuir a su deterioro.
En el interior del fuerte se encuentra el elegante Palacio del Maraja, siete Palacios Jainies y una vistas impresionantes de la ciudad en mitad del desierto del Thar.
En el exterior del fuerte, un conjunto de calles empedradas conducen a las Havelis, unos antiguos caserones de piedra tallada refinadamente propiedad de antiguas familias adineradas. Tambien hay un majestuoso estanque (con poca agua) rodeado por numerosos templos y santuarios, a modo de parque para pasear y disfrutar del atardecer y que en su dia fue el principal deposito de agua de la ciudad.
En cuanto a sus gentes no son de las mas amables ni de las mas hospitalarias que hay en India. Es una ciudad limpia y la renta percapita de la poblacion es alta.
Pasear por las callejuelas del fuerte puede recordar a recorrer las calles de Toledo o Avila. Desde nuestro punto de vista la ciudad no da mas de si y puede ser visitada en dos dias. El otro encanto de Jaisalmer son los safaris en camello por el gran desierto del Thar que os contaremos a continuacion.
En el interior del fuerte se encuentra el elegante Palacio del Maraja, siete Palacios Jainies y una vistas impresionantes de la ciudad en mitad del desierto del Thar.
En el exterior del fuerte, un conjunto de calles empedradas conducen a las Havelis, unos antiguos caserones de piedra tallada refinadamente propiedad de antiguas familias adineradas. Tambien hay un majestuoso estanque (con poca agua) rodeado por numerosos templos y santuarios, a modo de parque para pasear y disfrutar del atardecer y que en su dia fue el principal deposito de agua de la ciudad.
En cuanto a sus gentes no son de las mas amables ni de las mas hospitalarias que hay en India. Es una ciudad limpia y la renta percapita de la poblacion es alta.
Pasear por las callejuelas del fuerte puede recordar a recorrer las calles de Toledo o Avila. Desde nuestro punto de vista la ciudad no da mas de si y puede ser visitada en dos dias. El otro encanto de Jaisalmer son los safaris en camello por el gran desierto del Thar que os contaremos a continuacion.
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